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| Banner sacado del blog original The Broke and the Bookish, blog creador de esta sección |
¡Hola a todos! No sé qué tal vosotros, pero yo, desde hace algún tiempo, vengo arrastrando un resfriado que no me deja en paz ni a la de tres.
Como el Top Ten de esta semana no me ha acabado de convencer, he cogido prestado uno que ya propusieron hace tiempo el blog de The Broke and Bookish, en el año 2010 para ser exactos. Se trata de hacer una lista con los diez libros que encuentras más intimidantes. Y, no nos engañemos, por mucho que adoremos leer, siempre hay libros que nos da un poco de miedo empezar a leer (normalmente porque son muy gordos y tienen fama de clásicos).
Empecemos por el que estoy leyendo ahora, Anna Karenina de Lev Tolstoi. Durante años me he negado a leerlo por el tema que trataba (el adulterio), pero no he podido seguir evitándolo más tiempo, y voy a tener que agradecérselo a mi profesora de Literatura Comparada, porque lo estoy amando. Ayer llegué a la mitad exacta del libro, que son 559 páginas, así que podéis imaginaros el tocho del que os estoy hablando.
Un segundo libro que me intimida desde que conozco de su existencia es el Ulises de James Joyce. Para ser exactos, lo empecé este verano, pero obviamente aun no he podido acabarlo. Pasé de la página cien, que ya es algo, pero ahí me quedé. Tengo toda la intención de retomarlo en algún momento de este curso, pero pretendo leerlo poco a poco, muy lentamente, prestando mucha atención a todo, y si me lleva más de un año, pues mira, no pasa nada. Pero es que es tan enorme y difícil de leer…
El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad también hace su estelar aparición, y es que he visto a gente traumatizada por leer este libro, en el sentido de que quería tirarlo por la ventana o quemarlo. Confieso que me leí el primer párrafo en un avión, pero me dio demasiada pereza.
Los Miserables de Victor Hugo, un libro más que empecé pero que por circunstancias del destino tuve que dejar, y que no me atrevo a retomar. ¿Me da miedo? Sí, claro, el libro es un mastodonte cuya narración se alarga y alarga y alarga. Claro que quiero leerlo, y lo leeré seguro algún día, después de todo su musical es mi favorito, pero le tengo mucho respeto.
En quinto lugar, El Quijote de Miguel de Cervantes. ¿Hay alguien a quien no le intimide este libro? Ahora que lo he estudiado un poco, sé reconocer que no debería intimidarme tanto, que su lectura no es tan complicada como otros libros, aunque deba prestársele mucha atención, pero aun así sólo el nombre me causa aborrecimiento.
Lo mismo me ocurre con La Regenta de Leopoldo Alas Clarín, que es oír el nombre y pensar “Ughh, no gracias”, y eso que me han dicho más de una vez que es muy bueno. Supongo que para vencer mis prejuicios tendré que darle una oportunidad.
Vida y opiniones del caballero Tristam Shandy de Laurence Sterne. Sólo diré que una compañera mía de clase se lo empezó este verano, iba por la página 50 o así, y seguía en un punto donde el protagonista era un feto hablando y dando sus opiniones desde el vientre de su madre.
Podría decir muchos más, ciertamente podría llegar a diez, pero luego como escoger entre Crimen y Castigo o Guerra y Paz, entre La divina Comedia o Moby Dick, donde meto yo a Foster Wallace, a William Faulkner o a Charles Dickens. Todos me intimidan, ellos y sus tochos todos me intimidan por igual.
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