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Me encantan las listas, soy una persona que todos los días hace una lista con las cosas que tiene que hacer por el puro y simple placer de poder ir tachando los puntos luego. Soy la reina de las listas. Pero no ha sido hasta ahora, que he encontrado que el tema me interesa, que me he atrevido a participar en los Top Ten Tuesday. Siempre me ha dado un poco de cosa, casi respeto, pero llevaba unas semanas queriendo empezar. Hoy estoy lista, aunque sé casi del cierto que no participaré cada semana, por el simple hecho de que no todos los temas propuestos me gustan, y yo no tengo la imaginación suficiente como para inventarme de nuevos. Tal vez me anime a hacer anteriores cuando vea que el tema propuesto ese día no es para mí... Quién sabe, la cuestión es que empiezo hoy.
Top Ten Tuesday (TTT) es una sección creada por el blog The Broke and the Bookish, en la que todos los martes se propone un tema a partir del cual elaboramos nuestras listas de Top Ten según los temas literarios en cuestión.
Este martes, nos centramos en los diez
libros que no podemos creer que no hayamos leído. Sinceramente, estoy bastante
segura que tengo más de diez, pero voy a ver que puedo encontrar.
Siempre de Maggie Stiefvater. Dios sabe que ya va siendo hora de que me deje de cuentos e historias y me haga con la tercera parte de la saga de Los Lobos de Mercy Falls, pero tengo un serio problema a la hora de terminar las sagas que empiezo, y se llama pereza. No es que dejen de interesarme, es que simplemente tengo otros libros por leer o que quiero leer que atrapan mi atención y me distraen de mis obligaciones, como terminar esta saga que empecé hace dos años y medio, más o menos.
Ciudad de Cristal de Cassandra Clare. Ya lo he dicho todo con Siempre,
pero por si un caso, con cuatro palabras de recordatorio lo pillaréis: pseudo-final de saga. Cuando me decida a
terminarla (y la terminaré, porque tengo en mi posesión el cuarto libro, lo que
me obliga moralmente a hacerme con el tercero y a leermelo) seguramente tendré
que volver a empezar desde el principio, porque sino, no habrá manera de
seguirle el ritmo.
Persuasión de Jane Austen. Para una autoproclamada fan acerrima de Austen, no haber
leído el que consideran el más exquisito y maduro de sus libros es algo muy
cercano a la herejía, y yo no puedo creer que esté cometiendo este pecado que
con un rápido viaje a la librería más cercana podría solucionar. Suerte que es
uno de los libros de la lista de los diez que planeo leer este 2015.
R y Julie de Isaac Marion. Llevo mucho tiempo haciéndole ojitos a este libro. Cada X
meses decido que me lo compraré, pero luego veo otro que me me hipnotiza, o
debo comprarme uno para el colegio, y este se queda olvidado en algún rincón de
mi mente, hasta que vuelve a aparecer y el proceso se repite.
Los cuentos de Beedle el Bardo de J. K. Rowling. La nostalgia que me causa esta autora no puede ser
combatida sólo con la saga original de Harry
Potter, motivo principal por el que leí Una Vacante Imprevista. Pero aun me
quedan sus libros independientes sobre el mundo mágico, indispensables para los
potterheads como yo.
Eleanor & Park de Rainbow Rowell. Con el fanatismo que ha despertado y las ganas enormes de leerlo que me han dejado las críticas, mi pregunta es ¿por qué aun no me lo he leído? Porque soy un desastre, por eso.
Festín de Cuervos de George R. R. Martin. Teniendo en cuenta que para mi último curso de bachillerato
hice un trabajo de 140 páginas sobre la figura femenina en la literatura
fantástica pseudo-medieval, y en gran parte basaba mis conclusiones en haber
leído El Señor de los Anillos, la trilogía de Eragon y Canción de Hielo y
Fuego, debería haberme leído Festín de Cuervos. Pero no me dio tiempo, y aquí
estoy ahora, con los cinco libros que de momento han salido, pero sin haberme
leído los dos últimos.
El teorema KAtherine de JOhn Green. Después de haberme enamorado de Bajo la misma estrella y
Ciudades de Papel, cualquier cosa que lleve el sello John Green me llama como
las sirenas a los marineros.
Jane
Eyre de
Charlotte Brontë. Cualquiera que tenga a más de una persona
incordiandole sobre que no ha leído este clásico se verá obligado a ponerlo en
la lista. Todo el mundo parece haberlo leído y haberlo amado, y todo el mundo
lo recomendará hasta la saciedad. A mí casi me quita las ganas de leerlo por
miedo a quedar decepcionada al final, pero si la gente canta tantas maravillas,
¿cómo es que yo aun no lo he leído? No puedo creerlo...
La princesa prometida de William Goldman. Durante años me abstuve de ver la película porque no había
leído el libro, pero el año pasado no aguanté más y cometí ese pecado que a
veces los amantes de la lectura hechamos en cara a los demás como si nosotros
fuesemos los jueces de lo que está bien y lo que está mal: vi la película sin
haber leído el libro. Y me enamoré. Ahora la pregunta del millón es: ¿qué hago
con mi vida que aun no he leído este libro?
Al final ha resultado una lista algo ecléctica, pero al fin
y al cabo es lo que hay.
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